Nuestro cuerpo sintetiza el CBD y el THC gracias al sistema endocannabinoide pero ¿qué es y cuales son sus funciones?
El sistema endocannabinoide, también conocido por sus siglas ECS, se descubrió en los 90, cuando un grupo de investigadores estudiaban los efectos del cannabis.
Estos descubrieron que el sistema endocannabinoide, es el encargado de regular funciones básicas de nuestros cuerpo como la presión sanguínea, la temperatura corporal, la frecuencia respiratoria y los niveles de glucosa. Además, tiene receptores por todo el cuerpo, vinculados con el sistema nervioso y con el cerebro.
Pero el ECS, no está solo presente en todos los humanos, sino también en los animales. A excepción de los insectos, afecta a casi todos los procesos fisiológicos, como la sensación de dolor, el apetito, el estrés, la función inmune o el sueño.
El CBD causa efectos distintos a los que produce el cuerpo de manera natural, haciendo que disminuya la respuesta ante los receptores CB1 y CB2, que están presentes en el sistema inmunológico y el sistema nervioso.
Los receptores CB1
Se encuentran principalmente en el cerebro, en el hipocampo, la corteza cerebral, el cerebelo, los ganglios basales, el hipotálamo y la amígdala. Eso quiere decir que son los encargados de los procesos mentales y como la memoria, cognición superior, la coordinación motora, el movimiento, el apetito, en la percepción del dolor y en las emociones
En el caso del THC está vinculado con el receptor CB1, afectando al área de la percepción del dolor. Pero no solo eso, también regula el crecimiento de las células cerebrales.
Los receptores CB2
Se encuentran principalmente en el sistema inmune y el sistema nervioso. Pero también podemos encontrar concentraciones en órganos como el intestino, el bazo, el hígado, el corazón, los riñones, los huesos, los vasos sanguíneos, las células linfáticas, las glándulas endocrinas y los órganos reproductores.
Los receptores CB2, a diferencia de los CB1, se asocian con el uso del CBD ya que funcionan como agente antiinflamatorio.
Estudios demuestran que existen evidencias de que los endocannabiniodes afectan a los receptores opioides. Es decir, que el CBD puede convertirse en un tratamiento prometedor contra la adicción a los opiáceos, alterando el mecanismo de recompensa del cerebro.
Otro punto positivo es que el receptor 5-HT1A, que participa en la neurotransmisión de la serotonina, la encargada de regula el ánimo, se ve regulado por el CBD creando una sensación de bienestar.